Un año más (y ya van tres) no quise perder la oportunidad de asistir al Triatlón de Valencia, triatlón que para mi tiene un significado especial, ya que en él debuté en la distancia Olímpica. Es la prueba con la que suelo cerrar la temporada de triatlones y en la que disfruto especialmente por el ambiente, el recorrido, la organización y la gente. Además, al ser la última prueba, «ya no hay presión», aunque siempre tenga el gusanillo en el estómago de querer hacerlo bien.
Este año, a diferencia de ediciones anteriores en las que los únicos representantes del ZDM fuimos mi amigo y compañero de batallas Javier Menarguez y yo, acudieron un nutrido grupo de compañeros: Fernando Rodriguez, David Tomé y Ferrán Arenes en distancia Sprint y Jaime Martínez, Pedro Montilla y yo mismo en Olímpica. Una pena que este año Javi no haya podido asistir porque se lo habría pasado en grande…
Mi recién estrenada paternidad (a finales de julio nacieron Leo y Samuel) no me permitió entrenar prácticamente desde entonces, pero la falta de kilómetros la suplí con el «ansia» de querer nadar, pedalear y correr… Ciertamente la falta de entrenamiento se nota por muchas ganas que tengas de competir, pero llegar con la cabeza descansada a veces es tan importante como hacerlo con las piernas.
Una semana antes de la prueba cogimos todos los bártulos, y me refiero principalmente a los bártulos de los mellizos, y tiramos para Valencia. Maaaadre mía, parecíamos moros (con todos mis respetos) en plena operación del Estrecho. No tenéis más que ver la foto que hice una semana antes a la vuelta de Jaén, a dónde viajamos para que los abuelos de Marta conocieran a sus nuevos nietos (la mini bici es de mi sobrina, que os veo venir…)
Yo pensaba que como en Valencia (concretamente en Miramar) ibamos a estar con mis padres podríamos aprovecharnos de ellos y bajar algún ratillo a la playa, correr un poco y hacer algo de bici, pero aunque realmente nos aprovechamos de ellos (pobres abuelos) lo único que pude hacer fue pasear un par de mañanas con Marta por la playa, correr un ratejo un par de días y rodar entre biberón y biberón un par de tardes… El agua ni tocarla!!! Y eso que era la disciplina que peor llevaba, ya que salvo un día que nadamos en El Carrascal, no había podido nadar desde que cerró el Gredos en julio.
Como ya habíamos acordado previante, el viernes día 6 nos dirigimos a El Carlet, pueblo de los padres de Ferrán, en dónde nos encontramos (con él, Isa, Héctor y Ferrán Jr.) y nos alojamos hasta el domingo, ya que al estar más cerca de Valencia que Miramar resultaba más comoda toda la logística que implica participar en un TRI. Desde aquí agradecer la hospitalidad y cariño con el que nos recibieron Salvador y Carmina. Nos trataron como a sus propios hijos & nietos!!! Encantadores!!! Mil gracias familia!!!
El sábado, después de las gestiones varias previas a la prueba: incripción, dorsales, zona de transición, etc… Los integrantes del Club que participaron en la distancia Sprint estaban preparados. Primero salió Fernando, después David y finalmente Ferrán. Aunque mi objetivo no es contar su experiencia, si creo que puedo asegurar que para todos ellos fue un día estupendo. Me encanta ver la cara de satisfacción de mis compañeros/amigos cuando cruzan la meta. Me siento como parte de su triunfo, no se como explicarlo… Me imagino que a muchos de vosotros os pasará lo mismo. Mi más sincera enhorabuena para todos ellos!!! Sois unos campeones!!!
Podéis ver la crónica de David en el siguiente enlace: «Mi primera vez… Finisher en triatlón sprint de Valencia»
Después del tri sprint tuvimos un momento de crisis que hizo peligrar mi participación en el triatlón del día siguiente, porque Marta, Isa, los abuelos y los niños se acercaron a ver el final de la prueba y Leo y Samuel pasaron muy mal día… A veces me pienso que son mayores de lo que son y creo que podemos seguir haciendo las cosas que hacíamos antes. Si algo he aprendido estos últimos meses es que las cosas ahora hay que pensarlas mucho mejor y no ir «a lo loco» como íbamos antes. El caso es que barajamos la posibilidad de volver a Madrid el mismo sábado o hacerlo el domingo por la mañana, pero finalmente lo pensamos mejor y decidimos volver el domingo por la tarde, después del triatlón, junto con Ferrán e Isa. Gran decisión y buena noticia!!! Gracias Martita, por… bufff!!! Como empiece no acabo… Por todo cariño, por todo!!! Una pena que el sábado no pudiéramos pasar la tarde por La Marvarosa tomando un arrocito y lo que se terciara a continuación, pero es lo que hay. El año que viene seguro que los que no quieren irse de allí son los mellizos ;-) Muchas gracias también a Isa y Ana (mujer de Pedro) por su ayuda y apoyo en esos momento flojillos que tuvimos.
Al turrón!!! Que no hago más que parlotear y no hablo de la prueba ;-)
Allí estábamos preparados para meternos al agua, Jaime, Pedro y yo… Menudo ambientazo!!! La verdad es que este tri es un espectáculo. Nos tiramos al agua y la primera sensación es que está perfecta. La temperatura es ideal. Tras unos minutillos de espera «meeeeccc!!!» nos dan la salida…
Como era de esperar, las primeras sensaciones ya me dieron pistas sobre cómo iba a ser el segmento de natación. Aunque mi idea era intentar seguir a Jaime y a Pedro, no se en qué narices estaba pensando porque en las primeras cuatro brazadas ya les había perdido la pista. Jode qué empane tengo! Bueno, eso o que salieron como cohetes… El caso es que no llevaba ni 200 metros y empecé a notar la falta de entrenamiento. Tanto tiempo sin nadar me pasaría factura… No avanzava, los brazos no iban y no hacía más que pasarme gente, así que decidí deeeeslizzzzarrrr y coger un ritmo cómodo que me permitiera no salir demasiado apalizado del agua… Así hasta el final, la verdad es que la natación no tuvo mucha más historia, era lo que tenía que hacer y lo hice.
Cuando llegué a la T1 me di cuenta de que tanto Jaime como Pedro ya estaban dando pedales porque sus bicis habían desaparecido. Qué tíos!!! Es que no los ví ni salir del agua, y eso que Pedro con las «barbuzas» que llevaba tenía un coeficiente de rozamiento en el agua como en de un pesquero en plena faena jajaja!!! (desde el cariño eh Peter?). En fin! Resignado pero espoleado por ello me cambié el disfraz y me convertí en el primo gordo y bajito de Cancellara. A por ellooooosssss!!! Jejeje!!! Qué divertido es esto!!!
Ya plenamente integrado con mi super BH me vi tirando a saco en una grupeta de unos 6 u 8 componentes, de los que tirábamos 3 y el resto estaban como en las obras… Mirando!!! Pensé… «¿Y qué más da? El caso es disfrutarlo, luego que me pasen corriendo y listo, total! lo van a hacer igualmente». Entre relevo y relevo uno de los compañeros de grupo me dice: «¿Qué pasa que sólo vamos a tirar nosotros? Menudos perros!!!» jajaja!!! Iba más quemado el pobre… Pero bueno, ahí siguió dándolo todo él también. Al poco rato alcalzamos a Pedro que el pobre se había caído y después a Jaime… ¿O fue al reves? Menuda cabeza!!! El caso es que les saludé como pude y seguí a tope. Creo que le dije a Pedro que intentara unirse al grupo pero el pobre estaba iniciando la marcha nuevamente después del porrazo y no le fue posible. Menos mal que este chico es de acero!!!
Cuando iniciábamos la tercera vuelta nos alcanzó un grupo de unos 25 triatletas que venía a toda leche y pensé «Esta es la mía! Aprieta el culo y que no se te escapen. Por tus churumbeles!!!» y eso hice… Yo y el resto de los que íbamos en la grupeta. El caso es que me metí en la zona media del grupo y no me dejaron dar ni un solo relevo más, porque se juntaron cuatro del mismo club en cabeza que nos llevaban con la lengua fuera, así que… como un marqués en mitad del grupo con un poco de miedo ante posibles caídas pero llegando a ir a casi 40 kms/h sin apenas dar pedales. Qué importante es saber ir en grupo… Y chupar rueda ya ni te cuento!!! Jajajaja!!! Y que conste que yo quería dar relevos ¿eh?, que luego le llaman a uno sanguijuela.
Con mejores sensaciones de lo esperado llegamos a la T2. Volví a cambiar el disfraz y me puse el de Chema Martinez pero con pelo y lorcilla y a darle!!! No perdí la oportunidad de ponerme mi visera Ironman… Viva el postureooooo!!! Traté de marcar un ritmo un poquito más fuerte de lo que para mi era cómodo (al final hice una media de 4:38 minutos el kilómetro) para aguantar lo posible y si tenía que bajar el ritmo que fuera al final. Como el circuito es de «ida y vuelta» me crucé tanto con Pedro como con Jaime en varias ocasiones… Los pelos de punta cuando lo hacíamos y nos dábamos ánimos mutuamente. Joder!!! Es que me encanta este deporte!!!
En la segunda vuelta pensé que Pedro me daría alcance porque le vi con muy buena cara y a un gran ritmo, pero el tiempo que perdió en la caída y las molestias que le pudo suponer este contratiempo de la bici ya no lo pudo recuperar. De lo contrario estoy convencido que habría sido el mejor del Club en la distancia Olímpica. Cuando inicié la tercera vuelta ya iba madurito y pensé «Qué coño! A Darlo todo que te quedan 3 kilómetros so paquete!» y con ese pensamiento en la cabeza mantuve como pude el ritmo hasta el final, al que llegué muy contento porque este año, a pesar de no haber entrenado convenientemente, pasé a más gente que la que me pasó a mi en el segmento de carrera que en años anteriores, y aunque me queda mucho por mejorar siempre motiva no ser «el cono» que todo el mundo esquiva para adelantar en los 10 kms de carrera ;-)
Muy contento también por Pedro y Jaime que debutaron en la distancia y ya pueden decir que son Finishers de un TRI Olímpico, además con unos tiempos espectaculares. Sois unos grandes compañeros!!!! Enhorabuena también para Fer, David y Ferrán que el sábado disfrutaron y nos hicieron disfrutar con su gran actuación en el Sprint. Cada vez hay más «Rojo ZDM»… Arribaaaaa!!!!
Mis números…
Puesto Final: 248.
Natación: 27’07» (Puesto 318). A una media de 1’48».
Ciclismo: 01h 08′ 52″ (Puesto 255). A una media de 34,85 kms/hora.
Carrera: 44’42» (Puesto 355). A una media de 4’28» el km.
Tiempo Final: 2h 25′ 05″
Mis sensaciones…
Mejores sensaciones mentales que físicas. Mal en el agua, bien en la bici y bastante contento con la carrera a pie. Encantado de compartir la experiencia con los compañeros del Club y deseando que el año que viene seamos más y podamos organizarnos mejor, de manera que además de disfrutar de la prueba en sí podamos hacerlo de un fin de semana completo… Espero poder cruzar la línea de meta el año que viene con mis dos churumbeles en brazos, que para entonces ya estarán más creciditos y seguro que flipan ;-)
I LOVE TRI!!!
