Siempre es especial poder participar en la prueba de tu ciudad, rodeado de amigos, familiares y con un ambiente excepcional. Si a eso le unes que en el WTP de Madrid compartes el trazado, la organización y la logística de «los buenos» (Noya, Brownlee, Mola, y compañía) la cita se convierte en imprescindible en el calendario.
Con la intención de disfrutar de la jornada, enfoqué las últimas semanas de entrenamiento, aunque el trabajo no permitió planificar como me hubiera gustado cada una de las disciplinas, pero bueno, se hizo lo que se pudo… Incluso estuvimos practicando el uso del neopreno en la piscina… Qué sudores!!! Pensando en que seguramente nos tocaría usarlo en la Casa de Campo.
El sábado quedé con Santi y Ferrán para ir en un solo coche y poder aparcar bien. No madrugamos demasiado porque nuestros grupos de edad salían alrededor de las 12:30h. No nos costó demasiado aparcar y (esta vez si) pudimos dejar los bártulos en la zona de transición sin demasiadas aglomeraciones… mientras escuchábamos por megafonía que NO estaría permitido el neopreno… Noooo!!!! Con lo friolero que soy yo!!! La cosa empezaba a pintar mal, pero bueno, es lo que hay!. Después de esto, estuvimos viendo un poco a los triatletas que ya estaban participando en el olímpico, saludamos a amigos y compañeros de batallas y nos dió tiempo hasta a tomar un café… ERROR!!! Se me ocurren bastantes variaciones sobre el dicho: «… el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma pidra»… Este pequeño detalle echó por tierra toda la planificación.
Después nos encontramos con Fernando, cuarto integrande del Club que participó en el TRI, para hacer la foto de rigor y desearnos suerte. Él salía antes porque es un «pipiolo», jejejeje!!! A los viejunos nos dejan después para no hacer tapón 😉
Llegó la hora!!! Besito a Martita y tras hacer un «pasito pa lante… pasito pa trás…» por una confusión de la organización en la salida, finalemente me ví en el pantalán preparado para dar el salto al «gazpacho» del lago de la Casa de Campo, aunque en esta edición parecía más chocolate que otra cosa… Se nota que nuestros políticos están recortando en todo, incluso en depuradoras. Como sigamos así vamos a poder «caminar sobre las aguas»…
Hasta la primera boya las sensaciones eran inmejorables, me notaba fuerte, orientado y bien situado. Creo que en los primeros 250m no me toqué con nadie. Los problemas empezaron entre la primera y segunda boya… Algo no iba, noté que las piernas empezaron a «desaparecer» y que la respiración no iba acompasada… Volvían los fantasmas y las malas sensaciones de otras ocasiones.
Salí del agua en 15′. Al llegar al pantalán noté que iba a ser complicado seguir, estaba a «cero» de fuerza y con las pulsaciones por las nubes. Aún así llegué a la T1 para hacer la transición y me dí cuenta que no era capaz ni de ponerme las zapatillas. Qué horror!!! Me subí a la bici con un «buen globo» y me puse a dar pedales confiando que recuperaría pulsaciones y sensaciones, pero la cosa no hizo más que empeorar. En el primer repecho ya sentí que no iba y la subida a Garabitas se me hizo interminable, sobre todo porque, aunque iba pasando a gente, las pulsaciones seguían muy altas y las sensaciones eran malas, muy malas… Intenté engancharme a alguna grupeta pero nada, imposible.
Cuando pasé nuevamente por la zona de boxes pensé en seguir porque empecé a notar que las piernas habían recuperado, pero las pulsaciones seguían altísimas (y cuando digo altísimas eran altísimas), y como ya me conozco, decidí parar acabando aquí mi participación. No se qué fue peor, si el mal cuerpo que tenía o la sensación de no haber podido terminar por primera vez un triatlón (de la distancia que fuera). Seguramente lo peor es lo último porque genera cierta incertidumbre de cara al próximo tri que es el domingo que viene, pero bueno, habrá que pensar en positivo y aprender de los errores… ¿Errores? ¿Qué errores?…
1.- No haber rodado lo suficiente en bici las semanas previas, 2.- Tener visita en casa y acostarme a la 1:30h la noche anterior al tri, 3.- No haber estado pendiente de la alimentación los días previos, 4.- No tener preparado todo lo necesario un par de días antes y dejar todo para última hora, 5.- Y más grave! Tomarme un café previo a la prueba sabiendo que me sienta como un tiro y me pone «como una moto».
Conclusión: Por muy viejunos que seamos, siempre estaremos «Aprendiendo a ser triatletas»…
Enhorabuena a mis compañeros: Fernando por haber hecho una gran prueba y hacer una natación espectacular, Santi por tener ese espíritu ganador que siempre está buscando de dónde se pueden arañar unos segunditos para ser mejor triatleta, y Ferrán por hacerme disfrutar viendo en su cara la satisfacción de ser Finisher por primera vez. Grandes los tres!!!! Nos veremos en muchas más batallas!!!
