Arriba a las 4 de la mañana para desayunar, si a las 4….. la carrera empezaba a las 7:30 desde el Monasterio del Escorial y tocaba madrugar. La previsión del tiempo era lluvia y viento pero a esas horas solo habia lluvia, yo solo pensaba: 68km con 3000 metros de desnivel y con este tiempo…. por que me meto en estas movidas….. Camino a Aluche a por mi cuñado y empieza a apretar la lluvia, lo bueno es que a esas horas no voy a encontrar atasco, de ahi al Escorial. Según vamos llegando amaina y una vez alli muchos charcos pero no cae agua.
Nos acercamos a por el dorsal y a dejar la mochila con ropa, calcetines y demas que la organizacion se encarga de llevar a Guadarrama que es donde alcanzaremos el km 42 y pico donde acaban los runners de la maraton. En la modalidad de ultrafondo eramos un poco menos de 200 y solo veiamos corredores con pinta de » pro» alrededor de nosotros, bueno lo poco que veiamos ya que íbamos con los frontales encendidos y es que faltaba una hora para amanecer. El ambiente y las sensanciones que se sienten en esos momentos ante una prueba que sabes que va a ser muy complicada no se puede explicar, supongo que todos la habréis vivido, creo que es una de las cosas que engachan a este deporte.
Pistoletazo y todos a correr, no llueve y no hace viento, todo ok. Empezamos a subir camino del primer control y empieza a amanecer y se empiza a ver el monasterio allá abajo, unas vistas alucinantes pero que no dan tiempo a disfrutarlas. A los 11km el primer control y avituallamiento, un trago y a seguir subiendo hasta el 16,5 donde esta el siguiente, ¿5km solo entre avituallamientos? Yo pensaba lo mismo…….. en carreras de montaña hay que aprender a mentalizarse por el desnivel mas que en la distancia, 5 km pueden dar mucho de sí y mas si el «camino» es complicado hasta para una cabra.
Una vez arriba a hidratarse y comer algo. Ahora para abajo, eso mejor, no? Pues no se que decir, al principio si pero despues de un rato bajando a trompicones por un camino lleno de piedras sueltas, trialeras y riachuelos me empezó a surgir la duda de que si enverdad en las bajadas ibamos a recuperar el tiempo perdido en las subidas. Esa fue la tónica de la carrera, subidas y bajadas todas ellas con gran desnivel y algún repecho pero poco
Antes de llegar a Guadarrama nos encotramos con el bueno que ya vuelve, un tal Bianco que va mas fresco que una rosa…… uno de Protección Civil me dijo no le mires mas que es peor, que máquina!!. Llegamos a Guadarrama y alli se quedaban los del maraton y nosotros pasabamos por la meta y dábamos la vuelta, cosa que psicológicamente me toco un poco. Allí nos cambiamos de camiseta y calcetines, un poco de vaselina y vuelta a El Escorial, solo quedaban 26km y que 26km……. hasta ahora el tiempo nos había respetado pero no iba a ser asi a la vuelta.
Desde Guadarrama, km42, hasta El Collado de la Mina km 53 una subida interminable, durisima donde solo mirabamos por donde ibamos pisando y ayudándonos de los bastones para relajar un poco las piernas haciendo trabajar al tren superior, aqui tienen que ayudar todos, es lo que toca. Una vez estamos llegando notamos que estamos altos 1804 metros pero mas que por la falta de oxigeno por las nubes que empezaban a rozarnos la cabeza.
Bueno, parada y fonda en el 53. Ahora 10km hasta el siguiente punto de control, así hay que tomarse estas carreras, cogiendo referencias cercanas sin pensar en el total. Estos 10 km son los mas jodidos que me han tocado correr en cualquier carrera que he hecho hasta ahora. Empezo a oscurecer y nos pusimos de nuevo nuestro frontal en la frente y la luz roja de la mochila y empezó a llover con un poco mas de intensidad y creiamos que eso era lo peor hasta que bajo la niebla hasta el punto de no ver mas de dos metros por delate de nosotros y si fueramos por caminos no habria mucho problema pero no habia camino como tal, eran una especie veredas entre arboles que menos mal que la organización se lo curro y estaba muy bien señalizado pero aún asi había veces que cogiamos el camino que no era y teníamos que volver a la marca anterior y tirar por otro lado hasta que encontrábamos la siguiente baliza.
Si, pintaba chungo pero para animar la fiesta llegó una tormenta eléctrica que no se cuantos litros por metros cuadrados descargo pero supongo que muchos, aunque lo bueno es que con los relampagos se iluminaba todo y se veia el camino. La verdad es que me gusto la sensacion «survival» con los 5 sentidos activados a tope para no caernos ni desorientarnos hasta que llegamos al ultimo control a 5 km de la meta. Por lo visto eramos de los últimos, quedaban 4 o 5 y un chino que no encontraban, no se cuanto tiempo estuvimos entre la niebla pero se hizo eterno.
Nos hidratamos (por dentro) y comimos algo, los del control nos preguntaron:
-¿quereis seguir?
*Coño pues claro que queremos, estamos a 5km.
-Si pero mirar como cae.
-Da igual, si hemos llegado hasta aqui seguimos
Quedaban 5 km de bajada por unos caminos que a estas altura de tormenta eran rios donde los pies iban sumergidos hasta los tobillos pero lo bueno es que según bajabamos la niebla iba siendo menor y nos daba mas margen de maniobra, es increíble como te adaptas a las circunstancias corriendo con la única luz de un frontal con niebla y tormenta en mitad de la montaña. Los ultimos kilometros lo hicimos con dos de los voluntarios que iban hacia la meta que nos llevaron en volandas con sus ánimos y sus silbatos a ritmo militar y acabamos los últimos kilometros a 5min/km. Acabamos esprintando, la verdad es que no se de donde sacamos estas últimas fuerzas pero hay estaban
Terminamos los 5º y 6º por detras, mas los que no acabaron,prácticamente cerramos la carrera y cuando llegamos no había nadie, se habia ido la luz y el reloj de la meta estaba apagado, nos cogieron el tiempo a mano.
Bueno nadie no, mi mujer y mi cuñada estaban alli preocupadas por que no llegábamos. Ellas nunca fallan
Despues de los 101 de la Madri-Segovia necesitaba sentir de nuevo esa sensacion interior que me espabila y me carga las pilas otro año mas. Gracias
Pdta: Tranquilos, al chino lo encontraron
